AMSTERDAM, LA REALIDAD NO TIENE QUE VER CON EL MITO.
- Pasquale Sorrentino
- 14 mar 2019
- 4 Min. de lectura
Lo más común es hablar de una ciudad permisiva con toques de lujuria y libertinaje en exceso; la realidad responde con una ciudad llena de girasoles que viven buscando el sol y donde todo es más bohemio y amable de lo que parece.
Todos fuman Marihuana.
Un mito que no es para nada el caso, ya que sólo los que lo deseen llevan a cabo esta práctica. Además, al igual que la prostitución existen lugares en los cuales es permitido practicar este tipo de actividades sin que el ciudadano o visitante incurran en algún delito, como lo es el caso de los famosos coffeshops.
A Ámsterdam se va sólo a parrandear.
Aunque la vida nocturna de la ciudad es un gran atractivo para el turismo, Ámsterdam también es bien conocida por su alta oferta cultural. Existen varios lugares, como el Rijksmuseum, el Museo de Van Gogh, la Casa de Ana Frank, y el Stedelijk Museum, así como algunos auditorios destinados para conciertos como el Concertgebouw.
La prostitución es legal en toda Holanda, y en Ámsterdam la mayoría se concentra en el área conocida como Barrio Rojo. Las prestadoras de este servicio tienen que pagar impuestos como cualquier otro ciudadano. En cuanto a la marihuana, es legal su uso, siempre y cuando sea para uso personal. La cantidad no puede pasar de los cinco gramos, y tiene que ser consumida en lugares como los denominados Coffeeshops, en los que no es permitido anunciarla. Además de que en dichos establecimientos no se puede vender alcohol.
Nada mejor que un comentario para arruinar una ciudad. Y nada más útil que la luminosa realidad para tumbar los falsos mitos que le han caído a la ciudad más populosa de los Países Bajos, Amsterdam, conocida como la Meca del sexo consentido, la prostitución legalizada y el consumo de drogas abierto. Los ciudadanos de Ámsterdam adoran la luz, por el simple hecho de que no suelen disfrutar por mucho tiempo como España que está asegurada de un clima más cálido. Hay dos Ámsterdam: la del invierno, de cielos oscuros, con la humanidad refugiada en las casas, donde todo es plata, gris y ausente. Y la de la primavera variada y el verano; entonces el Sol aparece y los holandeses salen a las calle para llenar cada barco de los canales, cada terracita, cada calle, cada rincón, para poder recibir la luz y vivirla al máximo.
Todos viven obsesionados con la meteorología: la obsesión nacional en la que todo el mundo tiene la app en los móviles para saber cuándo llueve, dónde llueve, cuál será el pico de intensidad y así poder elegir el mejor momento para salir. Una ciudad y un país que vive mirando al cielo una y otra vez antes de cualquier movimiento. Una de las razones, quizás, sea que ir en bici por la vida cuando el suelo es una pista de patinaje obliga a ser un obsesionado del clima. Una ciudad sobre dos ruedas, donde todo se explica a golpe de pedal, y paraguas a la espera de la luz.
Creen que es una jungla de lujuria y perversión y “en realidad es una ciudad estética y hermosa, y la gente es muy amable, no es lo que se creen. La vida es sencilla… no es la sensación de una gran ciudad decía la guía del barco cuando cruzaban los canales, que es importante esa leyenda. Es cierto que hay drogas y prostitución pero es un enfoque solamente de una parte de los turistas hay fanáticos de distintos tipos.

La verdadera Ámsterdam se llama respeto a las reglas, respirar un ambiente limpio y observar en todo los callejones, la gente que camina sin enfocarse en aparentar ser diferente de la cuenta. De Ámsterdam me hacen falta las mañanas en conjunto a una masa de persona que camina por la calle sin gritar sin quejarse, carros, bicicleta personas en armonía que te hacen sentir parte de un sistema simple de reglas pero funcional. En todas las ocasiones en verano, en primavera, en invierno esta ciudad regala emociones fuertes y verdaderas. Los hijos que juegan con el Papá por la calle sin darse cuenta que una lluvia violenta lo está mojando o una visita a la plaza central mirando una multitud de personas que se divierte sanamente en forma suave y sencilla es la forma más auténtica de una ciudad fuera de un Mito y de uno estereotipo muchas veces abusado sin límite. En mi fantasía muy cercana a la realidad de turista es la de una gira en barco por esta ciudad adentro las agua y un cielo nubloso que te invita a calentar tu corazón para llenarte de sol y calor.
Holanda es todo un paraíso para los ciclistas. Se calcula que hay más de 18 millones de bicicletas en el país, cuando la población actual es de 17 millones de habitantes. De hecho, la cultura de la bicicleta es tan importante en Holanda que incluso tiene su propia embajada, la Dutch Cycling.
Las calles del país no sólo están preparadas para disfrutar de un paseo en bici, sino que han sido diseñadas alrededor de esta experiencia. Los carriles de bicicletas son anchos, están bien pavimentados, disponen de sus propias señales y semáforos, e incluso ofrecen el espacio suficiente tanto para circular en paralelo como para poder llevar a cabo adelantamientos de forma segura.
Al saber toda esta informacion se llega al punto más importante de que nada tiene que ver con el mito. Imaginarse Ámsterdam como Coffee Shop , Prostitucion y Libertinaje solamente es lo equivocado , Amsterdam es variedad , Ámsterdam es familiar , Ámsterdam es un lugar en el mundo que debes conocer sin dejarte llevar de comentarios.
Me preguntaron qué ciudad de Europa les recomendaba. Pude decir París, Roma, Venecia..., pero les dije: Amsterdam. E inmediatamente me preguntaron: ¿por qué? Y debí pensar, porque la memoria se recordaba de viejos y olvidados canales. Sin embargo fueron más fuertes los cuatro elementos del recuerdo de esa Venecia del Norte(Amsterdam) que sigue amarrada a los sueños, a tanto reflejo, aroma y sonido. Porque a pesar de sus años es la ciudad más joven, más tolerante, más abierta a la diversidad o a esa maravillosa sensación de intemperie que construye la libertad.
A pesar de su riqueza arquitectónica, de su paisaje que la envuelve circular, llena de canales, de su enormidad, siempre descubre lo que tiene de hermosísimo la desnudez o la milagrosa sencillez de un tulipán abriendo. No se avergüenza de la vida, late y deja latir.
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